La educación es un tema capital en el desarrollo de las sociedades y de las personas. En muchas ocasiones hemos visto como el modelo educativo es sujeto de debate, aunque en las aulas la exposición magistral es el método habitual de enseñanza. Nos encontramos ante una etapa muy interesante a nivel pedagógico, una sociedad que avanza tecnológicamente a un ritmo vertiginoso (tablets y smartphones se ven en nuestras aulas como un elemento más), pero que a nivel de enseñanza mantiene algunos métodos que se llevan realizando durante décadas.
Frente a esto se comienzan a encontrar artículos en foros especializados y nuevas tendencias que abogan por eliminar materias individuales. Uno de esos casos se ha dado en Finlandia, que está instaurando un modelo escolar en el que en 2020 no existirán las matemáticas, lengua, historia… tal y como las conocemos. Sino que a través de proyectos y concatenación lógica de temáticas se va aprendiendo. Por ejemplo, si se habla sobre la UE, se habla geografía, historia, lengua….
Algo similar nos hemos encontrado en los colegios jesuitas, ya en España. Eliminan exámenes, asignaturas y horarios buscando un nuevo modelo pedagógico que avance en práctica, en el conocimiento y en el saber desenvolverse en el mundo de las autopistas de la información.
¿Estamos frente a un humanismo del S.XXI? Puede que este sea el final de la frase «¿para qué me sirve a mi aprender esto?
El país de la música apuesta por la integración de la música desde edades tempranas en Escuelas de Música, y por un desarrollo óptimo y de calidad en la enseñanza de la música en el segundo ciclo de Educación Infantil.